7. LA FUNCIÓN EJEMPLAR DEL PATRIARCADO EN LA ‘REINSTALACIÓN’ DE LOS ISRAELITAS/JUDÃOS. LOS DOS TEMPLOS, EN JERUSALÉN Y EN SIQUEM [GARIZIM]
1. Algo muy importante para los lectores ‘rápidos’ de la Biblia:
1. En las “historias patriarcalesâ€, Jerusalén aparece de manera bastante ambigua y de forma muy ocasional.
2. La historia de la victoria de Abraham sobre los cinco reyes de oriente (Gen 14), es un extraño episodio del que resulta difÃcil encontrar su origen en el folclore local.
3. Concluye el relato con la bendición de Melquisedec, “rey de Salem†y “sacerdote del Dios AltÃsimo (El Elyon)â€, que se lleva el diezmo del botÃn.
4. Abraham fue bendecido por el Dios AltÃsimo, el dueño de cielos y tierra.
5. Y se bendijo al Dios AltÃsimo, “que ha puesto a tus enemigos en tus manosâ€. (Gen 14, 19-20).
6. Es evidente la intervención sacerdotal en la presentación de esta noticia como si se refiriera al templo de Jerusalén, a su sacerdocio sadocita y al diezmo habitual después de la cautividad.
7. Si se descartan las palabras sospechosas en su autenticidad para los ‘entendidos’ “Melquisedec, rey de Salemâ€, no sólo fluye perfectamente toda la narración, sino que el autor de la bendición serÃa el rey de Sodoma: circunstancia, cuando menos, bastante embarazosa, habida cuenta de la forma en que continúa la historia abrahamita.
2. Por lo demás, tanto la historia de Abraham, en el contexto de la cual el añadido de Melquisedec, sacerdote y rey de Jerusalén, resulta un inoportuno añadido desde el punto de vista narratológico. También las historias de Isaac y de Jacob parecen no sólo no tener el menor interés en justificar el papel protagonista del templo de Jerusalén como pretendÃan los que habÃan ‘vuelto’ de Babilonia a Palestina, sino que pretenden, más bien, fundamentar la licitud y la legalidad de una pluralidad de lugares de culto desperdigados por todo el territorio palestino.
3. TodavÃa es más explÃcita es la atención prestada a Siquem, a la que se dedica el episodio de la violación sufrida por Dina y la consiguiente venganza de sangre, a pesar de que, ente tanto, se produzca el pago de un rescate y la firma de un pacto matrimonial con aceptación de la circuncisión por parte de los siquemitas (Gen, 34). Pero el texto deja tan mal el comportamiento traicionero y la matanza total que parece asumir la forma de una respuesta polémica a los que afirmaban la licitud de la revancha, que no en vano Alud I (338-340 a. C.) relata la historia eliminando por completo el tema de la circuncisión.
La lÃnea favorable al compromiso está personificada por el mismo Jacob, el jefe de la tribu, mientras que la lÃnea dura está personificada por Simeón, epónimo de una tribu desaparecida mucho tiempo atrás de la que ya nadie , y por LevÃ, en consecuencia, por el ambiente sacerdotal dominante en la época posterior a la cautividad.
4. Es evidente que en todos estos relatos Jerusalén y Siquem representan no tanto los dos reinos cananeos históricos de las mesetas, que en la historia deuteronomista no saldrán a la luz hasta el momento de la institución de la monarquÃa, Siquem con Abimelec, Jerusalén con David, sino que representan más bien a la Jerusalén y a su templo de después de la cautividad y a Samaria como centro polÃtico de los que se quedaron.
Detrás del episodio de Dina se oculta el problema de los matrimonios mixtos entre miembros de los núcleos de repatriados y los de las comunidades palestinas. Detrás del pacto violado, entre Jacob y Siquem, está la relación entre judÃos y samaritanos. El ‘hagiógrafo’ sugiere que la circuncisión, que comporta la adopción formal del culto a Yahweh, es condición suficiente para permitir el matrimonio, y que una lÃnea demasiado dura es moralmente censurable y poco oportuna (Gen 34, 30).
Una vez más, el punto de vista de los que se quedaron y la perspectiva de una colaboración, la licitud de los centros de culto dispersos por todo el paÃs, y la oportunidad de los matrimonios mixtos parecen constituir el mensaje fundamental de las historias patriarcales.
Jaume González-Agà pito