LA IGLESIA COPTA
- Un bello recuerdo de mi estancia, en 1974-1975, en Khartoum, fue mi contacto con la Iglesia Copta. La.conocî en Omdourman, la ciudad antigua y gemela unida a la capital del Sudán del Norte. Allí tenîan la sede el Metropolita y el otro Obispo del Sudán, que comprendía, entonces, también el actual Sudán del Sur.
- Una Igjesia que conservaba el recuerdo de la estancia de la Sagrada Familia en Egipto. Una lengua, que usaba el alfabeto griego más 5 letras más para reproducir los sonidos de su antecesora, la demótica del tiempo de los faraones.
- Iglesias bonitas, en las que se entraba descalzo, en las que cantaban los ciegos y oficiaban los presbîteros con mitra en su cabeza. Un culto cantado en el misterio del desierto que, en Sudán y en Egipto sobretodo, custodîan unos monjes que están allí desde el siglo IV. Frescos magnîficos del siglo VII en adelante.
- Oración contemplativa, votos monásticos, Oficio Divino, Sagrada Liturgia (Misa) y trabajo manual. Ese es el monaquismo que ha resistido casi los 14 siglos del Islam. Monaquismo que un contempiráneo de Jesucristo, el hebreo Filôn de Alejandrîa, nos describió tan bien, en griego, en su “De vita cantempkatica”. Monaquismo personificado por San Antonio el Grande, la vida del cual nos escribió, en griego también, San Atanasio de Alejandría.
- La Iglesia Copta ha crecido mucho fuera de Egipto, especialmente en los USA, Iglesia Copta que está también presente entre nosotros. Iglesia que aquî hemos ayudado los católicos de rito latino-romano. Iglesia Copta que sabe a cristianismo verdadero y martirial. Iglesia que ya no es, para nosotros ‘monofisita’ porque finalmente, catölicis y coptos hemos aclarado muy bien nuestra misma fe en la persona ûnica de N. Señor Jesús el Cristo. Iglesia de la que veneramos sus muchos mártires, algunos muy recientes, víctimas del integrísimo islámico.
Mons. Jaume González-Agàpito