LA TRISTE FILOSOFÍA DEL SIGLO XX: 1. La antropología humanista post-nietzscheana
- En el primer año del siglo XX, 1901, Ernst Troeltsch publicó “El carácter absoluto del cristianismo y la historia de la religión”. En esta obra las débiles, contrarias y contradictorias corrientes filosóficas de los primeros veinte años del siglo ‘atómico’, encontraron una base unitaria de carácter simbólico que les sirviera de base para ‘filosofar’.
- El pensamiento filosófico, en Alemania, terminaba el siglo XIX con
un conflicto entre los ‘idealistas’ y el profundo desprecio popular por la “filosofía catedrática”. La naciente consciencia del poder del Volk, llevó a una autoconsciencia política que no se contentaba con las indigestas abstracciones idealistas, Ya había llegado la clara voluntad de asumir el triunfo del ‘pueblo’ que prometía el progreso tecnológico y científico. - El ‘loco’ de Nietzsche había también definido “ex cathedra” su mensaje terrorífico y psiquiátricamente alienador: todo iba de mal en peor y eso no lo arreglaba ni Zaratrusta. El ‘aparato’ social ‘intelectual’ alemán a finales del siglo del ferrocarril, tenía una grave conciencia de pecado y de nakdad. Se reclamaba, otra vez, el manná bajado del cielo que nutriera tanta mente angustiada y falta de alimento intelectual. Cualquier tiempo pasado parecía mejor y se anhelaba un ‘renacimiento’ del período clásico alemán.
- Esta es la razón del éxito, en los primeros años veinte del siglo también XX, de la antropología filosófica, ‘espiritual’ y mágica de Troeltsch y de sus ‘lecciones’ en Heidelberg y en Berlín. En ellas aparecían las grandes figuras de la tragedia alemana: Kant y Goethe y la música exultante operística de la antropología aria. Pero Troeltsch ofrecïa también teologïa.
- El ‘acontecimiento’ decisivo de esta primera “historia salvífica” era la reconciliación que se creía que Schleiermacher había llevado a cabo entre el pensamiento alemán y la fe cristiana. Troeltsch, no precisamente sistemático, tuvo que presentar sus convicciones teológicas mediante el vocabulario metafísico de otro genio de la intuición heróica: Schleiermacher. Fue así como los grandes conceptos de casi todos los creadores y difusores de la curiosamente “mal-parida” Antropología Teológica” posterior empezaron a usar las palabras clave recogidas de Troeltsch: «espíritu absoluto», ‘universo’ y « proceso divinode la vida». Y las empezaron a mezclar.
- Esta nueva ‘metafísica’, era una especie de metafisica de ‘epígonos’. Iba animada por un ‘ethos’ radical e irrenunciable: se exigía «su formación y su consecución por medio de la libertad de la voluntad de una persona pletórica de valores absolutos».
- Esos fundadores del humanismo tardío alemán: Troeltsch, Jena Rudolf Eucken, Hermann Lotze, fueron también los creadores del moderno idealismo filisófico alemán. De todo ello, nació la pedagogía alemana moderna, con un buen prestigio académico: Eduard Spranger, Theodor Litt, Hermann Nohl y Wilhelm Flitner.
Toda esta corriente tenía el peligro de hacer de la filosoffa una especie de ‘comadrona’ espiritual. Para soslayar ese riesgo era necesaria una mayor disciplina. Primero había que dar razón, con estricto rigor filosófico, a lo que Troeltsch había llamado «la incondicionalidad de todo lo apriórico». - De ello se ocupó el neokantismo, ya que Troeltsch, aunque había tocado el tema, no lo había desarrollado adecuadamente. Además había que determinar los contenidos concretos del reino del espíritu, para así poder asegurarlos. El mismo Troeltsch era un historiador de altura. Sus estudios sobre la génesis del espíritu moderno y la doctrina social de las Iglesias cristianas, constituyen tal vez la parte más duradera de su obra escrita. Sin embargo, sería otro el buen formulado y el administrador filosófico de la herencia de la escuela histórica alemana Wilhelm Dilthey.
Jaume González-Agàpito