CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LA FILOSOFÍA DE PLOTINO
Para poder leer y comprender las Enéadas de Plotino, obra maestra de la filisofía y de la cultura griega, se atenderá a las siguientes cuestiones. El pensamiento plotiniano gira en torno a seis pilares.
- La tesis fundamental es la clara distinción entre el mundo sensible y el mundo inteligible, entre el ser corporal y el incorporeo. Esta es la clave fundamental.
- El segundo punto es la determinación de lo incirpóreo en función del “esquema triádico”, es decir, en función de la teoría de las tres hipóstasis: el Uno, el Nous y la Psyché.
- La determinación precisa de la relación que une las tres hipóstasis, es decir, del proceso según el cual de la primera deriva la segunda y de ésta la tercera. El grado más alto produce el más bajo sin disminuir, dona sin empobrecerse. Esta doctrina se conoce como “emanación”, pero este término es inadecuado, ya que es fuente de todo tipo de malentendidos, y por lo tanto debe sustituirse por el término “procesión”.
- Relacionada con Lelia “proceso” de las hipóstasis está la doctrina de Plotino según la cual la materia sensible no constituye un principio subsistente en sí mismo, sino que procede de lá última de las hipóstasis: el mundo sensibile, en consecuencia, se “deduce” enteramente del supra-sensible.
- Plotino, está preocupado en fundar las unidades de toda la realidad. El todo está en el Uno y el Uno está en todo, y cada uno de los grados inferiores está en el superior y por él es producido y sostenido. No sólo las hipóstasis sobresensibles están unificadas, sino que el mismo mundo corporal está estrictamente mediatizado por el incorporeo, hasta el punto de que, invirtiendo la forma tradicional de expresarse, Plotino afirma que no es el alma la que está en el cuerpo, sino más bien el cuerpo que afirmado y valorizado en el alma y, por lo tanto, no está lo sobresensible afirmado y fundado en lo sensible, sino viceversa.
- En este contexto ontológico, en el que todo “proviene” del Primer Principio, nada es verdaderamente ajeno al Principio, ya que no hay nada opuesto a él y, por lo tanto, es posible el “retorno” al Principio, una reunificación plena y total al Principio, que el hombre puede realizar incluso mientras aún está vivo, en la “unión mística”: el hombre puede separarse del mundo exterior y volver al mismo, tomar posesión de su verdadero yo, que es el alma ya que el alma del hombre puede volver al Uno. Este principio altera la tradicional tabla de valores tan clásica del mundo helenístico y transforma la ética en ascetismo espiritual y pone la felicidad, que es el ‘ telos’ humano, en la unión estática con lo divino. Ya ética se transforma en ascesis espiritual y ofrece la felicidad, el telos humano, en la unión estática con lo divino., deriva de la inteligencia y la inteligencia del Uno.
En estos seis puntos esenciales del neo-platonismo de Plotino está, clara y explícita, toda una re-volución filosófica que ha influido, explícita e implícitamente, en el cristianismo: en su teología soteriológica, trinitaria, cristológica y escatológica. La espiritualidad monástica, la moral y la ‘santificación’ de los cristianos no son comprensibles ni inteligibles en un olvido, querido, no-querido y ocultado, combatido o defendido del pensamiento de Plotino.
Jaume González-Agàpito