EL DEÃSMO
- El DeÃsmo es la forma, no esencialmente atea pero sà la más común, en la que aparece el pensamiento crÃtico, desde el siglo XVII al siglo XVIII . Se trata de la filosofÃa de la Ilustración cuyo Dios aparece como un Dios sin miro, es decir, de acuerdo con los postulados racionales de la intel·ligència humana. Generalmente, el DeÃsmo admite la inmortalidad del alma y una forma moral racional. Sin embargo, niega cualquier revelación y tiende a reducir todas las religiones a algo mà s común que será teorizado como una “religión natural”.
- Esa crÃtica de las religiones llega el DeÃsmo inglés a la crÃtica de las Escrituras bÃblicas y a una poner en pié una història de los orÃgenes cristianos muy radical. Las preguntas planteadas por los descubrimientos fÃsicos o por el mejor conocimiento del cosmos, contribuyeron a esto. Apareció un gran interés por las costumbres y las religiones de pueblos muy lejanos y de sociedades muy diversas de la occidental. Aunque el mundo occidental estaba muy poco preparado para comprender todo ello debido a su etnocentrismo muy presente en el siglo XVIII y también en el XIX.
- El Neowolfismo sabÃa a poco y se querÃa juzgar, en griego, “hacer una ‘crisis’ “, de toda esa variada oferta que acabamos de describir. Ejercer la ‘crisis’ y llevarla hasta unes extremos muy radicales pareció, sobre todo en el siglo XVIII, algo muy ‘ilustrado’ e inclusió un ejercicio aristocrático. Después de algunes experiments filosóficos en las formas y en las costumbres sociables, apareció, con toda fuerza, una severa y persistents crÃtica a la religión. En tal entorno, todo se debatió: “cada momento de la religión y de la Iglesia, de la teologÃa y la filosofÃa. Las revoluciones inglesa y americana no serán suficientes para quitar el aspecto aristocrático original del dios, el francés, con todas sus ambigüedades, pero también con sus contradicciones. Su tarea será llevar a todos los pueblos los ideales de libertad, igualdad y fraternidad, ideales que creÃan profundamente cristianos y democráticos. Pero, ello provocará una ruptura con el optimismo aristocrático de iniciïs del siglo XVIII. Los movimientos socialistas y marxistas y, en un primer moments, las teorÃas sociales cristianas.
- El deÃsmo adopta varias formas a partir de principios del siglo XVIII. Hay un deÃsmo inglés del que, aunque con cierta conexión, se diferencian los franceses y alemanes. El deÃsmo inglés buscaba, inicialmente, un cristianismo racional frente a la proliferación de ‘sectas’ después de la Reforma y generalmente admite un Dios e inclusió las Escrituras bÃblicas. Los deÃstas son gente importante, como Lord Edward Herbert de Cherbury (1582-1648), John Locke (1632-1704), ver su The Reasonableness of Christianity and the Irish,
- Pero ya con T. Hobbes ( 1588-1679) el DeÃsmo fue Al relativismo escéptico. Hobbes en el Leviatán quiere basar la vida civil en un pacto social en el que el hombre comparado con el otro hombre (homo homini lupus), sobreviva y ceda todo el poder al prÃncipe quien elegirá la religión de sus súbditos para evitar luchas estériles. Hobbes indica que incluso la Escritura, objeto de tantas disputas, debe ser sometida a una crÃtica racional. Después de él, la parte más radical de los filósofos acabará en el escepticismo.
- El deÃsmo francés tiene como representante más conocido a M. Arouet de Voltaire (1694-1778), amigo del deÃsta inglés Bolingbroke y que habÃa asistido, durante su estancia en Inglaterra, a unos debates que dieron lugar a sus Lettres. Philosophiques ou lettres anglaises. Los ataques de Voltaire contra la religión, especialmente el cristianismo en cualquier forma o confesión serán referenciales. En la Encyclopédie française, Diderot y Alambert revelan, con cautela, un Deismo casi materialista. Todo ello conducirá a la Revolución Francesa.
- El DeÃsmo y la Ilustración alemana tienen una importancia particular para el desarrollo del problema de la historicidad de los Evangelios. Tomarán cuerpo e importancia con la llegada al trono de Federico II (1712-1786). Tras la paz de 1763 al final de la guerra de los siete años, puso toda la energÃa en las reformas polÃtica y sociales que postulaba la Ilustración. El deÃsmo se preparó en Alemania con la traducción de las disculpas contra los deÃstas ingleses y finalmente de sus propias obras a las que el wolffianismo con su racionalismo no ofrecÃa un terreno suficientemente válido. Entre los deÃstas de la Ilustración alemana además de Hermann S. Reimarus (1694-1768), G. E. Lessing (1729-1781), divulgador de los Fragmentos del propio Reimarus, quien sostuvo la tesis de un evangelio original de los nazarenos (1776) y la Nueva hipótesis sobre los evangelistas considerados como meros historiadores humanos“. Jacobi en sus Cartas sobre la doctrina de Spinoza a Moses Mendelssohn (1785) refiere que Lessing, en su lecho de muerte, habrÃa dicho: “Los conceptos ortodoxos de la divinidad ya no son para mÃ; No puedo digerirlos. En kai Pan! No sé nada más”. El “Todo Único” spinoziano parece ser el último aterrizaje de Lessing, extendido desde la naturaleza a la historia. La reflexión es clara: al menos para muchos el origen de la negación de lo sobrenatural, en los Evangelios y en Cristo, depende de su crisis de fe en el Dios de la revelación cristiana.
Jaume González-Agà pito