”GATO POR LIEBRE”
- Vivir en cristiano en una sociedad que está volviendo la espalda a la Iglesia, no es fäcil. Pero, ser cristiano, sin demasiados recursos y ser fiel al Evangelio es heroico. Heroico si la radicalidad evangélica no es una simple fachada en una organización católica con manutención y gastos pagados.
- Un documento cristiano del siglo I, la “Didaché”, habla de todo ello. Documento anterior e independiente textualmente de todos los escritos del “Nuevo Testamento” en su redacción actual.
- La gran propuesta, en su primera parte, del camino de la muerte y del camino de la vida cristiana. El Bautismo, la confesión y remisión de los pecados, el ayuno y la limosna y la celebración de la Eucaristía, en la segunda. Son el marco de la acción de los apóstoles, los profetas y de los maestros, en la tercera, cuando las comunidades se organizan con sus obispos y diáconos.
- Todo ello en una vida de real espectación de la venida gloriosa de Jesucristo, es un retrato de la vida cristiana cuando se escribían los Evangelios canónicos, el Apocalipsis, el Libro de los Hechos y toda la literatura ‘epistolar’ del “Nuevo Testamento”.
- Ser cristiano comportaba una radicalidad que muchas veces, después, se perdió, ocultó o disfrazó ante intereses, ideologías o teologías. El siglo II d.C., con sus herejías y apologïas, con una parte del III, es el tiempo de todo ello, hasta la radicalización cristiana, con martirio y teología, de Orígenes y sus seguidores de los siglos III y IV.
- Luego, no huvo märtires, pero, sí monjes: Antonio, Pacomio, Evagrio, Pseudo Macario, Diadoco de Fótica, Juan Clímaco, Basilio, Gregorio Niseno, Eusebio, Ambrosio, Agustín, etc. Más tarde, Benito en Italia.
- Hoy, embriagados por una civilización potente en la técnica y muy pobre en filosofía”, muchos cristianos ofrecen “gato por liebre”: ir al encuentro del pobre y del pecador con Cristo sólo como ‘medio’ para su autosantificación.
Se ha perdido la radicalidad martirial y monástica: ahora la Iglesia es una agencia filantrópica de salvación espiritual, moral o corporal. Cristo es el Rabí cristiano: no el Señor que se espera.
Mons. Jaume González-Agàpito