LA MISA DOMINICAL 

Parroquia de Pedralbes
Sugestiones de Mons. Jaume González-Agàpito para la plegaria i para la preparación individual
Año C, domingo 13, 26 de junio de 2022
1Re 19, 16b.19-21; Sal 15; Gál 5, 1.13-18; Lc ,9, 51-62.

  1. El Evangelio según Lucas es como una gran novela histórica. Jesús, en todo el relato evangélico lucano, realiza un solo viaje a Jerusalén. En la primera etapa, Jesús predica entorno al lago de Galilea. A partir de la perícopa de hoy, Jesús empieza su camino hacia Jerusalén, “tomó la decisión de ir a Jerusalén” (Lc 9, 51).
  2. Ir a Jerusalén suponía ir a cumplir las profecías mesiánicas, o lo que es lo mismo, ir a donde sería rechazado, hasta morir en la cruz. Pero, Jerusalén también sería el lugar en donde resucitaría y desde donde ascendería a los cielos (cfr. Lc 9, 51: ἐγένετο δὲ ἐν τῶ συμπληροῦσθαι τὰς ἡμέρας τῆς ἀναλήμψεως αὐτοῦ καὶ αὐτὸς τὸ πρόσωπον ἐστήρισεν τοῦ πορεύεσθαι εἰς ἰερουσαλήμ).
  3. La llegada a Jerusalén no tiene sólo como finalidad el Gólgota. Lucas nos recuerda que la última meta de este caminar es también el Monte de los Olivos, desde donde ascendería a la gloria (Lc 9, 51). La intención del evangelista Lucas es ponernos en camino con Jesús, para que escuchemos las exigencias de su seguimiento. No vamos a seguir a un Jesús triunfante, glorioso, sino exigente, a un Jesús que, desde este momento, sentirà, ya en Samaría, el mismo rechazo que le darán en Jerusalén.
  4. Jesús quiere corregir nuestras actitudes violentas, mediocres y fundamentalistas. Corregir nuestro celo agresivo y exagerado, ante el Padre, si queremos que caiga fuego sobre los que no reciben a Jesús, en nuestro camino, con él, hacia Jerusalén (cfr. Lc 9, 53). Todos los bautizados estamos llamados a seguir a Jesús, cada uno en el ambiente y vocación a la que el Señor le ha llamado. El Evangelio es fuente de vida para todo bautizado. No hay bautizados de primera y de segunda. ‘Seguidor’ de Jesús es todo aquel que se deja moldear por él y que se identifica con su causa hasta las últimas consecuencias.
  5. La lectura evangélica de hoy nos presenta tres actitudes vocacionales. Dos se ofrecen ellos mismos y el tercero es llamado por Jesús. Pero, los tres, ponen sus condiciones para seguir a Jesús. Los tres son exigentes. Y, en las tres respuestas de Jesús, subyace la necesidad del desprendimiento, de la renuncia, del abandono de las cosas materiales y de ciertas personas para seguirle. El seguimiento de Jesús prevalece sobre cualquier otra exigència. El seguimiento radical de Jesús es una vera y pròpia confesión de que Jesús es nuestro Señor. La radicalidad del Reino de Dios siempre prevalece sobre los intereses, los prejuicios y las intenciones humanas. El Reino de los Cielos, es lo primero y primordial. Luego vienen nuestros intereses, nuestros valores y los beneficiós humanos.
  6. No existe otra respuesta, fuera de la radical, a la llamada o ‘vocación’ de Jesús para el servicio en el Reino de Dios. No hemos de anteponer a Jesús nuestras condiciones o intereses personales. Para ser fieles al Evangelio, todos tendremos que renunciar a algo. Los apóstoles dejaron familia, barcas, su futuro; Eliseo, la yunta de bueyes y también la familia. ¿Qué somos capaces de dejar nosotros? Seguir a Jesús no es cuestión de entusiasmo: « te seguiré donde quiera que vayas » (cfr. Lc 9, 57). Se requiere una fidelidad perseverante.
  7. En torno a las exigencias evangélicas de hoy, gira una pregunta fundamental: ¿Quién es el auténtico discípulo del Señor? ¿Qué es lo que realmente le distingue? No es el entusiasmo, ni las ilusiones ni los triunfalismos lo que los distingue. El verdadero cristiano es quien sigue a Jesús y lo deja todo, o mejor, lo usa todo en función del Reino de Dios.

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