MODIFICACiÓN DELPAPÀ FRANCESCO DE LA FUNDACIÓN “POPULORUM PROGRESSIO”
[…] San Pablo VI, el 26 de marzo de 1969, fecha en la que se celebraba el segundo aniversario de su Encíclica Populorum progressio, estableció un Fondo para ayudar a los campesinos pobres y para promover la reforma agraria, la justicia social y la paz en América Latina, según las orientaciones ofrecidas por los Obispos de ese continente.
En 1992, con motivo del quinto centenario del inicio de la evangelización del continente americano, se reunió la IV Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, en esa ocasión San Juan Pablo II quiso establecer una Fundación Autónoma “Populorum Progressio” destinada a promover el desarrollo integral de las comunidades de los campesinos más pobres de América Latina [..]
Deseo expresar mi agradecimiento a quienes en estos treinta años han trabajado para esta Fundación, que ahora cambia de forma pero – quiero subrayarlo- mantiene su misión y sigue siendo una obra de la caridad del Papa.
Muchas familias en América Latina y el Caribe sobreviven en condiciones subhumanas. Como señala el Documento final de Aparecida, “los excluidos no son sólo “explotados”, sino “sobrenúmero”, “descarte”” (n. 65). La Asamblea Eclesial del Continente, que aún está en desarrollo, fue una oportunidad para escuchar el grito de los pobres, y el Sínodo sobre la Amazonía nos acercó a la realidad de exclusión en la que viven las comunidades indígenas y afro-descendientes. Los cuatro sueños que he querido compartir con la Amazonía se extienden a todo el continente y a toda la humanidad. Es necesario que “frente a diferentes formas actuales de eliminar o ignorar a los demás, podamos reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y amistad social que no se limite a las palabras” (Enc. Hermanos todos, 6).
Recorriendo el camino sinodal debemos crecer como una Iglesia “samaritana” que consuela, se compromete y se inclina a tocar las llagas de la carne que sufre de Cristo en el pueblo (cf. Esort. p. Evangelii gaudium, 24). Ha querido identificarse con los más pobres y marginados, y nos ofrece su presencia misericordiosa en ellos (cf. Mt 25,31-46).
Esperamos que estas iniciativas solidarias demuestren que es posible cambiar, que la realidad no está bloqueada. Si se llevan a cabo con sabiduría y coherencia, serán una señal que esperamos puedan motivar a muchos.
[…] En este contexto, es necesario promover un mayor vínculo con las Iglesias locales, con el fin de hacer más eficaces los programas de desarrollo integral en las comunidades indígenas y afro-descendientes más descuidadas, inmersas en la miseria y el derribo.
Los pobres no deben ser vistos como destinatarios de una organización benéfica. Deben ser parte activa del discernimiento de las necesidades más urgentes. “No necesitamos un proyecto de unos pocos dirigido a unos pocos, o de una minoría iluminada o testimonial que se apropine de un sentimiento colectivo” (Evangelii gaudium, 239). Es importante liberarnos de las mentalidades paternalistas, que amplían la brecha entre quienes están llamados a formar una sola familia. […].
Por estas razones, deseando que la ayuda al desarrollo de los proyectos siga siendo expresión de la caridad del Papa, pero no tenga su centro en la Curia Romana, y también en la línea de simplificación, confié a CELAM la tarea de ayudarnos en el análisis de los proyectos y en su realización. El Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral mantendrá la responsabilidad de la administración del fondo que estará vinculado al servicio de esta misión. […].
Discurso de Papa el viernes, 16 de septiembre de 2022
RESCRIPTUM EX AUDIENTIA SANCTISSIMI Supresión de la Fundación Populorum Progressio, 16.09.2022
El Santo Padre Francisco, en la Udiencia concedida al abajo firmante Cardenal Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral el 7 de septiembre de 2022, ordenó, de conformidad con el can. 120 §1 del Código de Derecho Canónico, la supresión de la “Fondación Populorum Progressio” y, en su lugar, la constitución del «Fondo Populorum Progressio», delegándome para emanar el relativo reglamento.
El Santo Padre también ha determinado que este Reescrito entre en vigor el 16 de septiembre de 2022, con su publicación en L’Osservatore Romano y en el comentario oficial de Acta Apostolicae Sedis.
Desde el Vaticano, 16 de septiembre de 2022
Michael Card. Czerny
Prefecto