FRANCIS BACON DE VERULAM (1561-1626).
- 1. El hombre, ministro e intérprete de la naturaleza, tanto hace y entiende lo que ha observado del orden de la naturaleza, con la observación de la cosa o con la obra de la mente: no sabe ni puede más.
- 3. La ciencia y el poder humano coinciden, porque la ignorancia de la causa excluye el efecto, y la naturaleza sólo se manda obedeciéndola: lo que en teoría hace de causa en la operación práctica se convierte en regla.
- 19. Dos son, y pueden ser, los caminos para la búsqueda y el descubrimiento de la Verdad. La una con un sentido y conocimientos particulares vuela hasta los axiomas muy generales, y según estos principios y según su inmutable verdad juzga e inventa los axiomas medios: este es el camino comúnmente seguido. La otra desde el sentido y los detalles hace surgir los axiomas subiendo por etapas y en terráticamente la escala de la generalización, hasta llegar a los axiomas muy generales: este es. el verdadero camino, aunque aún no ha sido explorado por los hombres.
- 20. El intelecto abandonado a sí mismo entra expontáneamente en el primer camino, y lo sigue según las reglas de la dialéctica. La mente humana, pues, aspira a subir enseguida a lo más general, para poder descansar allí; después de un gran intento queda cansado de la experiencia. Este defecto se acentúa por la dialéctica, que permite disputas solemnes.
Instauratio Magna. Novum Organon, Liber I, ed. Fowler, pp. 157ss.