DIOS Y HOMBRE VERDADERO, ES JESUCRISTO
- Ésta es la gran afirmación dogmática del Concilio Ecuménico de Calcedonia. Dos ‘esencias’ [ ‘oὐσίαs’, ‘naturalezas’ decimos los latinos] en una sola persona.
- Según Ludwig Andreas Feuerbach, maestro de Marx y Engels, en su libro: “La esencia del cristianismo”, escrito en 1841, “La naturaleza humana de Dios es su propia personalidad; Dios es un ser personal, es decir: Dios es un ser humano, Dios es hombre”.
- Esta grave confusión de que Dios es ‘persona’ porque es hombre [“La naturaleza humana de Dios es su propia personalidad”] es precisamente la “herejía” contraria al monofisismo más extremo: Jesucristo sería ‘persona’ gracias a la su “personalidad divina”.
- Para los monifisitas extremos, Jesucristo sería Dios disfrazado de hombre. Para Ludwig Feuerbach, Jesucristo sería el hombre disfrazado de Dios, porque “La personalidad es una idea que sólo tiene realidad como hombre real” [siempre de “La esencia del cristianismo”].
- Desgraciadamente, para el catolicismo semipelagiano que combate al Papa Francisco, Jesucristo es Dios disfrazado de hombre, muchas veces ‘monotelita’, del que es ignorada su real humanidad. Desgraciadamente también, para cierto progresismo católico filomarxista, Jesucristo es el hombre disfrazado de Dios que obtiene su verdadera personalidad de su entidad “de hombre real”.
- El versículo 14 del capítulo 1 del Evangelio según Juan, es ignorado tanto por el monifisismo radical como por el feuerbachismo cristianizado: “καὶ ὁ λόγος σὰρξ ἐγένετο καὶ ἐσκν ἐθεασάμεθα τὴν δόξαν αὐτοῦ, δόξαν ὡς μονογενοῦς παρὰ πατρός, πλήρης χάριτος καὶ ἀληθείας”.
Mons. Jaume González-Agàpito