REFLEXIONES SINODALES DEL CRISTIANO “DE A PIE”

  1. En Is 25,6-8, el profeta presenta un banquete preparado en el monte, destinado a todo el pueblo. El Señor Jesús felicita a sus discípulos por haber servido a todo el pueblo una fiesta de plenitud de vida y felicidad.
  2. En la Iglesia, a través de su Espíritu, el Señor quiere reavivar la esperanza de la humanidad y especialmente de aquellos que están en dificultad. “Nuestras entrañas y nuestros gritos” son aún más feroces en el “camino sinodal” con las nuevas guerras y conflictos armados que azotan el mundo.
  3. En el Sínodo 2021-2024 se propone una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión al servicio del Señor al servicio de su misión.
  4. La llamada a los discípulos misioneros hecha por el Papa Francisco se fundamenta en la identidad bautismal, hunde sus raíces en la diversidad de contextos y encuentra la unidad en el único Padre, en el único Señor y en el único Espíritu. Consulta todos los artículos, ninguno excluido:
  5. Esta renovación en una Iglesia reunida en la Palabra y el Sacramento que anuncia la salvación a un mundo lleno de sentimiento y sede de comunión y solidaridad.
  6. Es en este mundo donde el Señor prepara un banquete:
    + sinodalidad y misión
    + crecer como discípulos misioneros
    + respondedor al llamado de Jesús
    + aprende a unirte en la Ciudad Celestial.
  7. En el pan de la Palabra y en la Eucaristía somos transformados en lo que recibimos en una dimensión comunitaria esencial de las generaciones de creyentes que nos precedieron en la historia de la salvación, ya que nadie se salva solo.
  8. La sinodalidad no es simplemente un objetivo, sino un camino de todos los sentimientos que debemos realizar en la vida. Es la peregrinación solidaria de san Agustín (Discurso 306 B, 1), en una vida de oración, anuncio y amor al prójimo. La práctica de la sinodalidad es expresión de la naturalidad de la Iglesia.
  9. Están trabajando en esto con los Padres sinodales. Pero los cristianos “de a pie” nos preguntamos
    • ¿Cuándo desarrollará plenamente nuestra Iglesia esta sinodalidad en las parroquias: no sólo parroquias burocráticas para los ricos sino más parroquias con una atención verdadera y sinodal a los más pobres?
    • ¿Cuándo estarán preocupados los Obispis más en la sinodalidad misionera que los muchos que tenemos hoy como “@@@supervisores oficiales del rebaño de ovejas”?
    • ¿Cuándo la mayoría de los fieles cumplirá con sus deberes y vivirá la vida de la gracia de Dios, sin pecado mortal y en comunión sinodal y misionera con los más pobres?

Mons. Jaume Ginzález-Agàpito

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