TRANSFIGURACIÓN EPIFANÍA DEL SEÑOR JESÚS

1. La transfiguración de Jesús es un evento narrado en los Evangelios sinópticos​ en el que Jesús se transfigura y se vuelve radiante en gloria divina. Jesús y tres de sus apóstoles, Pedro, Jaime y Juan, se dirigen a una montaña (Monte Tabor o Monte de la Transfiguración) a orar. En la montaña, Jesús empieza a brillar con rayos brillantes de luz, generalmente llamada «luz tabórica». Moisés y Elías aparecen a su lado. Jesús es llamado “Hijo” por una voz que viene del cielo. Es Dios Padre, como en el Bautismo de Jesús.

2. El Evangelio según San Lucas 9, 28-36, dice; “Aconteció unos ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jaime, y subió al monte a orar. Mientras oraba, la apariencia de su rostro se puso brillante, y su vestido blanco y resplandeciente. Dos varones hablaban con él, eran Moisés y Elías. Quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban del viaje que Jesús iba a hacer a Jerusalén. Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; más permaneciendo despiertos y vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él. Y sucedió que, a parte, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros estar aquí; si quieres, hagamos aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. No sabía que decía. Mientras decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. Y una voz desde la nube decía: Este es mi Hijo el elegido, escuchadle. Y cuando cesó la voz, Jesús quedó solo, y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie lo que habían visto”.

3. El Monte Tabor se identifica tradicionalmente como el Monte de la Transfiguración, aunque ninguno de los relatos bíblicos identifica la “alta montaña” de la escena. Desde el siglo III, algunos cristianos identificaron al Monte Tabor como el lugar de la transfiguración. También Orígenes. El Tabor ha sido, durante mucho tiempo, un lugar de peregrinación cristiano y en él está la Basílica de la Transfiguración. En el inicio del siglo XIX, se puso en duda està localización debido a la utilización por parte de los romanos de una fortaleza que Antíoco el Grande construyó en el Tabor en el año 219 a. C. Pero, no pocos creen que incluso si Tabor fue fortificado por Antíoco, esto no descarta el hecho de que la transfiguración de Jesús pudiera haber sido en la cumbre. Flavio Josefo menciona que durante la guerra judía se construyó un muro a lo largo del perímetro superior en 40 días y no menciona ninguna estructura previamente existente. Otros proponen alguna montaña cerca de Cesarea de Filipo, cómo el monte Panium, Paneas o Banias, una pequeña colina en la fuente del Jordán, pero, sin ningú a prueva arqueológica. Otros todavía el monte Merón, el monte Nebo, el Hermón, y el Meyboom, en esa curiosa “arqueología” de gabinete del siglo XX. Creo que no hay ninguna razón válida válida para contradecir la sobre el Tabor que ya defendió Origenes en el siglo III.]​

4. La insaciable crítica de la crítica arqueológica, propone una topografía simbólica para la Transfiguración evangélica de Cristo. Esos ‘alegoristas’ que quizás no conocen ni Filón de Akejandría, ni Clemente de Alejandría, ni Orígenes de Alejandría. Reducir el lugar de ka Transfiguración de Cristo “al lugar de encuentro entre Dios y los seres humanos” y, por tanto, “a un paisaje ideal para que ocurra una epifanía o teofanía” es una estratagema exegética que no acepta ka ‘crítica’ arqueológica neotestamentaria del siglo XXI. Este invento para justificar alegóricamente “a parte antea por un racionalismo antosobrenatural” la teofania del Bautismo de Jesús y la de la Teansfiguraciõ, cómo hace Joseph ERnest Renan (1823 – 1892), en el prólogo de su primer volumen de su “Histoire de l’órigine du chistisnisme”, la “Vie de Jésus”, hoy nonos parece válida.

5.. Jesús, en esa gran novela histórica que es el “Evangelio según Lucas” es llamado “Hijo” por una voz del cielo, que en el Bautismo de Jesús y en su Transfiguración, esa doble Epifanía del ‘L’ógos’ encarnado el Cristo Jesús es precisamente un mensaje no ‘akegórico’ sino real en su expresión.
Es por este motivo que la fiesta de hoy que muchos católicos latinos ignoran y/ o no valoran y que incluso algún predicador, también latino, no sabe demasiado qué decir sobre ella, es celebrada como solemnidad por los catõlicos de rito bizantino y por los hermanos De la Iglesia Ortodoxa y por todos los otros hermanos de las Iglesias cristianas orientales.

Hoy es la fiesta de la gran Epifania, en su verdadera identidad, de Jesús de Nazaret.

Mons. Jaume González-Agàpito

tradición eclesiástica, que supon

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.